martes, 9 de febrero de 2010

La insoportable enchumbadez del ser

La idea del eterno retorno, postulada por Nietzsche, plantea una concepción cíclica de los acontecimientos históricos: toda la Historia en algún momento ha de repetirse tal cual como ha acontencido,  y ésta repetición se dará por toda la eternidad. La implacabilidad e inevitabilidad de la repetición le otorga una carga, un peso a cada hecho, a cada vida . Por la negativa,  algo que ha sucedido sólo una vez, es fugaz, no importa si ha sido bueno, malo, vulgar o sublime. si sólo se tiene una vida no hay forma de compararla con ninguna otra, se vuelve leve, intrascendente. Por ejemplo la siguiente situación: levantarse a las 8 de la mañana, hacer 20 preparaciones de masa de tortafritas, hacer 130 bollitos, estirarlos, freirlos, venderlas unas vez hechas por la playa al rayo del sol, llenar termos con agua caliente, limpiar todo el desorden, con suerte comer algo y caer desmayado en el suelo siendo las 11 de la noche. Si se hace una sola vez, podemos sumergirnos en la levedad del momento, y casi disfrutar tener una capa de grasa sobre la piel, similar a la que tienen las focas. ¿Qué es una inexplicable disminución de la presión de gas y media producción arruinada por falta de grasa caliente si sucede sólo una vez? ¿Qué son 30 tortafritas quemadas en la gran inmensidad del cosmos? Nada.  Ahora, si metemos a la repetición en esto, y pensamos en 10 dias asi, más el pintoresco hecho de tener siempre la misma plata en la caja (también por razones inexplicables) y el hecho de haber probado al agua de las playas de La Paloma 2 ó 3 veces con suerte, la situación pierde su levedad, ya se parece más a un círculo del infierno. Todo iba mal y para colmo ésto:

Mientras charlábamos con un amable vecino del barrio, se acerca un comprador y pregunta el precio de las tortas. Al ver la patente del motorhome exclama sorprendido: "Ah, son argentinos?" Le decimos que si. Al escuchar la confirmación exclama entre indignado y resignado: "Ah, o sea, vienen argentinos acá a vender tortafritas, bárbaro, somos unos boludos". Visiblemente molesto, de todas formas pide 3, se las envolvemos y se marcha murmurando algo ininteligible.

Venta de 7 tortatritas a un amable señor. Luego de un rato, el mismo vuelve con la bolsa y la devuelve con cara seria, indignado, pero con buena onda: "Disculpame pero esto está incomible. No me importa la plata, pero a esto no lo podés vender como tortafita, es un cacho de masa toda enchumbada". Pidiendo más datos, del porqué de su queja, sólo recibimos un: "Están todas enchumbadas". Le devolvimos la plata y le pedimos disculpas.

Evidentemente, algo andaba mal. Enchumbar. Qué se yo. El caballo relincha, el perro chumba. No, no debe ser eso. Le comento a los muchachos. "Che, nos devolvieron unas... no sé... dijo que estaban enchumbadas". Seguimos la producción, por las dudas prendimos un sahumerio y seguimos trabajando tratando de no mirar fijo a la masa por mucho tiempo.

Pero al rato, una señora que había llevado 4 tortas volvió muy enojada: "Esto es una porquería, mirá. Estan todas enchumbadas, no se puede comer esto". Jero,que estaba adentro, se asoma y le pregunta muy correctamente a la señora: "¿Disculpe, pero podría decirnos que es lo que tienen mal?". La señora alzó la voz molesta: "Está toda la masa enchumbada! ¿No ves?". Más disculpas y devolución de efectivo.

La situación era insostenible. Todo el dia, todos, laburando a full, para hacer la misma plata, no disfrutar el mar, ni nada, y encima, tortafritas enchumbadas, no, eso era demasiado.

Decidimos partir al otro dia. Tiramos toda la masa y grasa sobrante y juramos nunca más hacer una tortafrita con grasa para vender en nuestras vidas. Un par de cosas comenzaron a salir mal (se rompió un herraje, no salía bien el gas) y comenzamos a utilizar el adjetivo "enchumbado" para todas esas cosas que salían mal. "Eh, la garrafa está enchumbada!", "¡Los fideos se enchumbaron!" y asi.

Una amistad uruguaya develó el misterio: Enchumbado significa lleno de aceite o grasa. Nosotros, asqueados ya de tanto comer no probábamos las últimas producciones, y si bien eran ricas, estaban lejos de lo que se suele vender con el nombre de torta frita, era más una especie de pan medio frito con grasa. En ese momento, recorde al muchacho indignado que llevó las 3 tortas, imaginé su expresión al morder la masa y sentir como la grasa se apoderaba de su paladar, lo imaginé tirándola al suelo con rabia y gritando "Estos argentinos son unos hijos de puta! Está toda enchumbada! Arrgh!". No pude hacer otra cosa que reirme de su desgracia durante quince minutos.

En nombre del grupo, le pido disculpas al pueblo uruguayo por tal aberración. No sólo no volverá a suceder, sino que pudimos redimirnos, y deleitamos a todo Valizas con unos exquisitos, aclamados, codiciados y rellenos panes caseros. Pero eso es otra historia.

4 comentarios:

  1. Juajuaa!!
    Buenísimo Pine, cada escribís mejor!
    Kundera, un poroto.

    Besos a todos!!

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  2. Aguanten las tortafritas, enchumbadas, con azucar o las caraguafritas! yo SI las banco Saludos a todos chicos!
    Lis

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  3. Muchachos,aguanten las tortas fritas enchumbadas!!! a golpes se aprende,me los imagino haciendo"feijoada" en Brasil o "enchiladas" en Mexico,jajaj.Fuerza en este proyecto,les deseo lo mejor!!Hector.Montevideo-Uruguay

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  4. No usan papel absorvente? para las tortas enchumbadas, soy uruguaya y eso funciona a full,el blog esta genial aunque es larguisimo de leer al menos "la insoportable enchumbadez del ser" llegue a leer toda.buen viaje....

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