Dos Guillermos Dos

Guillermo nº 1:
El domingo nos levantamos medio de mal humor. Bah, medio preocupados. Teníamos que ver cómo resolver el tema de amarra/guita/laburo. Discutimos algo, desayunamos, Pine se fue a recorrer la ciudad, yo me fui a bañar, Charles se quedó en el barco.
Volví de bañarme, y con Charles fuimos a ver qué onda acá en el club. En una de las marinas había dos flacos tomando mate. Les contamos del proyecto y toda la bola. Muy copados. Uno, Guillermo, el otro, Nico. Vinieron un rato al Urki, y Guille nos contó que le gustan mucho los veleros, y que le gustaría comprarse uno. Nos pasamos los contactos, y se fueron.

Horas más tarde, a la noche, nos cae Guille con una Grappa Miel buenísssssima. Nos quedamos charlando un buen rato, nos mostró unas fotos y pasamos una buena velada. Nos contó que está estudiando diseño (creo que gráfico), y que está trabajando en una agencia de publicidad. Un copado, realmente, y parece que mañana viene a navegar con amigos. Te esperamos, maestro!

Guillermo nº 2:
Estando yo tocando el violín en Plaza Matriz, en la ciudad vieja (más detalles al respecto en una próxima entrada), y habiendo empezado hacía muy poquito tiempo, la 1ra cuerda (mi, para los amigos) decidió repentinamente cortarse. Aaaahhh!!! una bronca de las buenas! La cosa es que a mis espaldas, en uno de los banquitos, había un tipo. Se da vuelta y me dice "uh, se te cortó la cuerda! yo pensé que le habías pifiado a la nota".
Charlamos un cachín, le conté que era de Buenos Aires, me contó que el también, y me dijo que se había quedado en el banquito, al sol, escuchando el "concierto" (las comillas corren por mi cuenta) muy gustoso.
"¿Y cuánto sale una cuerda?" " nooo, no te preocupes" "dale que te estaba escuchando" que sí, que no, la cosa es que me da 100 uruguayos y me dice que le de cambio. Recién empezado, llegaba con suerte a los 35. Va a un barcito, cambia, y me trae 30 mangos para comprar la cuerda. Un capo. Un reeee capo. Un reeeeee capo.