domingo, 26 de julio de 2009

Y la ciudad...

...fue dejando de ser una extraña. A esa tímida imagen nocturna que se nos insinuó cuando el primer arribo, hace un año y pico (o más aún: a ese recuerdo lejano de una visita en la infancia, a bordo del querido Barrabás II, con un vago aire de cañones y piedras, de gente grande hablando quién sabe de qué, y vómito de Garotos en un regreso a río revuelto) se fueron sumando rincones, anécdotas, gente.

Y me pasa ahora, mientras escribo-corrijo-discutoconmigo-corrijo-escribo, que no sé cómo incluir en un pedacito de pantalla, todas juntas, tantas cosas tan distintas y tan igualmente dignas de ser invitadas al relato. Tanto y tantos que componen esta nueva representación mental, con sus correspondientes asociaciones, que lleva ahora el rótulo de "Colonia del Sacramento".

Cómo contar que vinieron a comer Pablo, La Flaca, San Benito, Melisa y Luli (Y Meli no se animó a subir al barco y se quedó en el muelle, ja!), sin que sea una mera enumeración (más o menos detallada, el concepto es el mismo en ambos casos), meros componentes de una lista de actividades realizadas y gente visitada?
Cómo describir la sensación de caminar por el barrio antiguo, imprimiéndose en la retina y el alma cada espiral de vida golpeando y rebotando en cada piedra laja, en cada farol...

Artesanos amigos (nuestros, del candombe y del vino), Mimo Saico (grosso artista), La Tana Claudia, César el Cónsul, Luis Ortunio (un gran navegante, tipazo, que nos brindó una onda excelente y nos trajo unos alfajores riquísimos), y tanto coloniense amable, comparten el estante con una nota en un diario local, una degustación de vinos con LA picada y una caminata por la playa buscando el inexorablemente perdido gomón, por ejemplo.
Y de ahí a los 17 años recién cumplidos de mi herman(it)a Saiana en tierras cordobesas, al coqueteo con italianas bonitas por calles de piedra, a la venta de biscotti italiani y paseos en velero en el muelle viejo.

Y en el medio de todo eso, cambios de ánimo de diferente intensidad en ambos sentidos (pa`rriba y pa`bajo).
Momentos de gran jolgorio (alegre palabra si las hay) y de laburo exteeeenso.
Momentos de gran conexión y sintonía con los muchachos a veces, y ofuscaciones y refunfuños otras (las menos).
Momentos de gran conexión y sintonía con la guitarra a veces, y ofuscaciones y refunfuños otras.
Momentos de gran conexión y sintonía con el violín a veces (las menos), y ofuscaciones y refunfuños otras.

¿Y cómo, decía, meter todo eso (y todo eso que no puse) en una entrada de blog?
Bah, a lo mejor es que soy un salame yo y listo. A lo mejor alguien que escriba "un cacho más bien" te lo dice en dos patadas...
sí... es eso, me parece...

En fin, muy lindo Colonia, che!

2 comentarios:

  1. Hola Vos, si, ya sabes VOS. Te estoy leyendo seguido por aca, te estoy extrañando tambien. Estoy a una semana de irme.
    Te quiero un montón.

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  2. Guauuu! Una semana! Ya casi. Te mando mail. Es más, podrís no poner esto y mandarte el mail directamente... no, ya lo escribí. Ahora te escribo. Besooo

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