miércoles, 16 de septiembre de 2009

Espacio Municipal de Exposiciones Subte

Si caminan distraìdamente por 18 de Julio desde la Plaza Independencia hacia el Obelisco, notaràn al llegar a la calle Del Entrevero, una bonita plaza bautizada con el mismo nombre. Al llegar allì observaràn una bonita boca de subterràneo. Si deciden descender por sus escalones, no veràn guardas ni molinetes, ni presurosas personas de traje con maletines. Veràn, sentiràn, y con suerte formaràn parte de una de las actividades màs transformadoras de la humanidad: el arte! Si, porque en este bonito salòn subterràneo se encuentra el Espacio SUBTE, un lugar dedicado a la exposiciòn de fotografìa, pintura, escultura, videoarte, instalaciones y experiencias estèticas de la màs diversa ìndole. El espacio principal es un amplio salòn de blancas paredes, muy iluminado, con columnas, una excelente acùstica, y lindos banquitos largos para sentarse. Yendo hacia la derecha desde la entrada principal hay un pequeño pasillo, cuyo extremo està cerrado con una puerta tijera negra (por alli se accede a otra escalera que da al exterior) y a un lado hay una sala pequeña, en donde se suele presentar una propuesta artìtica diferente a la ofrecida en el salòn principal. Paralelo al pasillo hay una pequeña pared divisoria y se accede a los sanitarios. El espacio cuenta con Wifi de alta velocidad, y numerosos tomas para enchufarse (ideal para viajeros, para revisarse unos mails, o escribir tranquilo tomandose unos mates). El Espacio SUBTE renueva su propuesta artìstica con regularidad, ya hemos presenciado dos ciclos distintos. El primero hizo un repaso de la producciòn fotogràfica brasilera, desde la tradiciòn màs pictòrica, imitando el estilo de la pintura, hasta los abordajes màs modernos, basàndose en el lenguaje propio y las tècnicas fotogràficas para generar resultados màs cerca de lo abstracto o surrealista. En la muestra actual, Arte Nòmade (nosotros no tenemos nada que ver eh!) se presentan obras de diversos artistas de todo el Uruguay, y la producciòn incluye fotografìa, escultura, e instalaciones diversas. Compartiendo el espacio, se encuentran dos muestras bien diferenciadas. Una, en la sala pequeña, sobre el mìtico Hotel Lautréamont, espacio que supo alojar a Borges y a Cortàzar en sus estadìas montevideanas. Tanto Julito como Bio Casares esribieron cuentos que trasncurrian en ese misterioso, antiguo y algo decadente hotel (el de Cortàzar es La puerta condenada), con tramas similares, y sin haberse leido mutuamente (raro, si me preguntan). La muestra imita el vestìbulo del hotel, hay numerosos objetos, cuadros con texto, fotografìas, y un video projectàndose sobre la cabecera de una cama, que replica junto con las mesitas de noche, una habitaciòn màs sombrìa que acojedora (dan ganas de tirarse igual, es ese sentimiento que me traen los hoteles algo decadentes, ese no sè que que invita a pasearse por carcomidas escaleras de marmol, entre el holor a humedad y nafatalina, contemplando empapelados amarillentos envueltos en un lùgubre silencio). La otra muestra digna de nombrar, es una instalaciòn de Catherina Romanelli, denominada Làgrimas vivas. La autora nos invita a experimentar una particular experiencia. Sòlo dirè que todo comienza con un video, en la que una bonita mujer pica afanosamente cebolla y luego guarda sus làgrimas en un frasquito, para luego repetir la operaciòn con otra cebolla. Al dar la espalda al video, un pequeño pasillito con numerosos frasquitos colgando nos espera, los invito a recorrerlo y vivir la experiencia. Le mando un frasquito lleno de "Gracias" a la autora!.

Bueno ahora lo bueno y lo malo:

Lo bueno:

- Es un lugar muy càlido y lleno de arte.
- Tiene WiFi y conexiones a la red electrica.
- Tiene lindos sanitarios.
- El personal del lugar es muy amable y simpàtico.
- Està abierto de martes a domingo de 15:30 a 21 hs.
- Es gratis.

Lo malo:

- Està tan bueno que no te querès ir.

Sigan atentos que esto sigue y sigue!
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